lunes, 28 de diciembre de 2009

¿Por qué debo creer en la Biblia?

¿Quién tiene dudas de la autoridad de La Biblia? ese no es problema para nosotros, los que la estudiamos sistemáticamente, más bien nos enfrentamos por la veracidad de tan sólo un versículo... Sin embargo, a veces se nos dificulta hacerles notar esta autoridad a quienes por varios motivos nos la discuten y muchas veces sin haberse tomado un tiempo mínimo de investigación. Esta prédica que hoy comparto es un buen punto de partida para explicar por qué la Biblia NO es un libro más, sino que se trata de un libro inspirado, y este mínimo detalle ya hace que sea radicalmente diferente a cualquier otro libro de la historia.



Lo siguiente está dirigido sólo a aquellos hermanos que por desconocimiento podrían llegar a preguntarse ¿De qué se trata la Biblia?

En la Biblia nos en
contramos con historias de seres humanos de carne y hueso (no ficticios) como vos y yo, que tienen sentimientos, faltas, fracasos, éxitos y triunfos. La Biblia nos da respuestas a cuestiones comunes que cualquier ser humano puede tener, y que muchas veces trata de deducir o buscar la respuesta en otros lugares inapropiados (espiritismo, tradición, películas, etc), estas preguntas son tales como: ¿para qué estamos en esta tierra? ¿cuál es el sentido de mi efímera existencia? ¿qué pasa cuando esta se acaba? (tarde o temprano) ¿qué es lo que experimentaré ni bien llegue la hora de mi muerte? ¿hacia dónde voy? ¿cuál es el sentido y razón de ser de la Biblia? ¿existe realmente un Dios? ¿para qué nos dejó este libro y cuál es su propósito?

La Biblia nunca se ocupa de defender la existencia de Dios, sino que la da por sentado. Por el contrario, se ocupa de contarnos quién y cómo es Él, cuáles son sus comportamientos, gustos y preferencias, no tenemos otra manera de intentar conocerlo mientras tengamos este cerebro finito que no sea a través de Su Palabra (la Biblia) y la naturaleza (Su creación). Sólo para las personas sensibles que se permitan dedicar un tiempo a la reflexión encontrarán en la naturaleza gran parte del carácter de Dios, que podríamos resumir como "amor".
La Biblia de principio a fin lejos de ser una sucesión de historias aisladas como muchos creen o quieren hacer creer nos da el cabal conocimiento del Plan de Salvación, ideado antes de la creación del mundo.

Ni bien nos adentramos en ella, iremos descubriendo extrañas historias de extraños personajes muy antiguos, de culturas y costumbres muy diferentes a las nuestras, incluso nombres de ciudades y geografías hoy inexistentes PERO... el carácter y sentimientos de estos seres humanos son idénticos a los nuestros, ya que el amor, odio, celos, compasión, codicia y un sinfin de etcéteras permanecen inmutables a través de los siglos porque son nuestra esencia.


TODOS avanzamos hacia una muerte segura, algun día, y en el camino tenemos apetencia por algo que va más allá de bienes terrenales, posición económica, sexo y comida: compartimos la urgencia humana de comprender el significado de la vida y qué papel jugamos dentro de este universo gigante que nos excede en todo sentido.


Biblia viene de "biblos" (biblioteca) y es justamente lo que es: un compendio de 66 libros escritos por unas 40 personas, a lo largo de unos 1500 años desde Génesis hasta Apocalipsis. Estos escritores tuvieron diferentes estilos: poesía, narración, máximas de sabiduría, epístolas... estos escritores tuvieron diferentes clases sociales: reyes, cortesanos, sacerdotes, pescadores, sabios, en fin, hombres instruídos y no tanto, pero que Dios supo usar para Su causa.

Lo que hace realmente de la Biblia un libro único entonces es que a pesar de que estos libros se hayan escrito en un largo período de tiempo, sin la tecnología que tenemos hoy y muchas veces sin conocerse estos escritores entre sí, la Biblia es una unidad, que refleja de diferentes maneras lo que Dios tiene para decirles a las criaturas que le buscan y entablar una relación lo más estrecha posible, teniendo en cuenta la gran diferencia entre Su naturaleza y la nuestra.

La Biblia está principalmente divida en dos grandes partes: Antiguo y Nuevo Pacto (39 y 27 libros respectivamente). En el Antiguo prepara a Su pueblo para darle Sus leyes y hacerle comprender cómo es el plan de salvación por medio de un mesías que habría de venir, a través de símbolos y ritos. En el Nuevo tenemos la obra del mesías encarnado que vivió como y entre nosotros, fue muerto y resucitado tal cual estaba profetizado y nos deja la esperanza de su segunda venida, sin relación con el pecado, para redimirnos y llevarnos con Él en ese gran día. Génesis nos cuenta de la creación del mundo, de la caída en pecado de nuestros primeros padres, y de la vida de las primeras familias caídas. Apocalipsis nos da una idea de cómo serán los eventos finales, a través de símbolos y profecías, de este mundo que inevitablemente va camino hacia su autodestrucción a causa del pecado, la desobediencia a Dios y el constante y creciente desafío a Su tolerancia.

Hablamos entonces de 40 escritores... pero un sólo autor. La Biblia no es un libro que podamos leer como cualquier otro, es un libro de estudio, que sólo los que la lean con este espíritu la comprenderán, quizás sea así adrede para evitar especulaciones de aquellos que pretendan entender con una superficial lectura. Si la estudiamos con un espíritu de aprendizaje y sumisión al que nos creó y nos proporcionó todo lo necesario para vivir una vida en armonía con la creación, sólo así Su espíritu nos guiará hacia el entendimiento necesario sobretodo en libros "sellados" o "simbólicos" que son sólo para los entendidos (los que estudian pidiendo la dirección del Espíritu Santo, quien abre el entendimiento). Asimismo fueron inspirados los hombres y mujeres que la escribieron, y sus palabras son más que pensamientos e invenciones de hombres. La Biblia es la Palabra de Dios a su amada creación.

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